Estamos viviendo una
situación que nunca nos hubiéramos imaginado. De un día para otro, nuestra vida
ha cambiado radicalmente. Llevamos ya muchos días en casa, y tal vez, a pesar
de todo, estamos empezando a adquirir nuevas rutinas y hábitos.
Desde el primer momento,
empezaron a circular por la web (especialmente por las Redes Sociales),
multitud de recursos para los niños y niñas: vídeos, cuentos, vídeocuentos, visitas
virtuales a museos, espectáculos de teatro, de magia, cuentacuentos, conciertos…
Y, además, muchos hemos
descubierto las “vídeollamadas”. Ahora que estamos separados de seres queridos,
familiares y amigos, es la mejor forma de tener un contacto más cercano.
Por otra parte, al estar todo el
día en casa, se nos agotan los recursos, y, dedicamos algún rato a ver dibujos
o películas en la televisión.
Obviamente, vivimos unas
circunstancias tan excepcionales, que requieren “medidas excepcionales”, sin
embargo, consideramos importante hacer algunos recordatorios, para tratar de
reducir, en la medida de lo posible la exposición a las pantallas.
Existen diversos estudios que
sostienen que un exceso de exposición puede provocar tanto daños en la visión,
como problemas de atención, e incluso, en casos extremos, alteraciones en el
desarrollo cognitivo.
No se trata de alarmar, sino de
concienciar, y valorar qué actividades con pantallas se pueden reducir o
sustituir, siendo conscientes de que la situación favorece el uso de las
mismas.
Antes de comenzar, es conveniente
tener en mente estas ideas:
Las recomendaciones de tiempo
de exposición por edades:
Edad
|
Tiempo de exposición
|
Observaciones
|
De 0 a 3 años
|
Nada
|
Si no se puede evitar la exposición, por influencia
de hermanos mayores, o circunstancias extraordinarias, se aconseja no exceder
de los 20 minutos y siempre supervisado por un adulto.
|
3 a 5 años
|
1 hora diaria
|
De lunes a viernes 1 hora diaria, ampliable a 2 los
findes de semana, siempre supervisado por un adulto.
|
La Regla
del 3-6-9-12 para el uso de las tecnologías:
- Hasta los 3 años, nada de televisión, ni
por supuesto otro tipo de pantallas. A estas edades el aprendizaje es
vivencial, jugar con los objetos y poder manipularlos.
- Hasta los 6 años, nada de videojuegos ni tabletas.
Entre otras cosas, entorpece el desarrollo de la psicomotricidad fina, el
importantísimo ejercicio de 'pinza' para comenzar con la lectoescritura es
sustituido por un simple golpecito a base de pulgar o índice.
- Hasta los 9 años, nada de ordenadores. Especialmente
si tiene conexión a internet. Si se usa por un motivo escolar, siempre bajo
estricta supervisión de un adulto.
- Hasta los 12 años, nada de móviles ni internet en
solitario.
Sin embargo, las
circunstancias excepcionales que estamos viviendo, hacen que tengamos que adaptarnos,
y permitir un cierto “abuso”. Aunque sería conveniente reducir al máximo la
exposición de los más pequeños (especialmente) a las pantallas.
Para ello proponemos:
-
Buscar una actividad
real siempre que sea posible en vez de usar un dispositivo. Las tablets
y los móviles cuentan con multitud de aplicaciones de juegos, sin embargo, muchos
de estos sustituyen a actividades que se pueden realizar en casa: pintar,
recortar, hacer puzles, dar de comer a un muñeco…etc. También podemos contar
nosotros los cuentos en vez de usar el dispositivo, además, para ellos, es
mucho más enriquecedor.
-
Ojo con las tareas
escolares de los más mayores. La puesta en marcha del “Colegio online”,
hace que tengan que consultar ordenador, Tablet o móvil para seguir las clases
o recibir y enviar tareas. Es conveniente espaciar entonces la exposición
lúdica y que sea en TV mejor que volver a Tablet, PC o móvil.
- Descargar
los pdf en e-book si es posible, las pantallas de estos dispositivos son
menos perjudiciales. Hemos recibido multitud de cuentos estos días, si no
tenemos opción de imprimirlos, la mejor opción es un e-book.
-
Mantener limpias las
pantallas, limpiándolas con frecuencia con alcohol o soluciones hidroalcohólicas.
Por un lado, facilitan la visión, y, por otro, las pantallas táctiles, son un
foco de contagio reconocido.
-
No sentirse
culpables, se pueden dar buenos usos al uso de pantallas: las videollamadas
nos acercan a los seres queridos a los que tantas ganas tenemos de ver, existen
aplicaciones didácticas, que permiten desarrollar habilidades y capacidades. Aunque
debemos recordar aplicar un horario, tiempo limitado y organización,
distribuyendo el uso de las pantallas a lo largo del día.
Las circunstancias
excepcionales, requieren medidas excepcionales.
En este enlace, puedes descargar la entrada en pdf: Uso de pantallas durante el confinamiento
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