Nuestros
“pequeños” se han hecho mayores en la Casa de Niños, pero ¿estarán preparados
para ser los “pequeños del cole”? La respuesta es sí, lo estarán.
Tenemos
muchos meses por delante en los que continuarán avanzando en su desarrollo, afianzando
capacidades y adquiriendo otras nuevas.
Hasta ahora, desde la Casita nos sentíamos
acompañados en este proceso, incluso guiados. Sin embargo, los acontecimientos
provocados por el Estado de Alarma a causa del COVID-19, han hecho que, aunque
las educadoras siguen ahí para apoyarnos, tengamos que enfrentarnos a este
cambio un poco más solos.
Sin
embargo, desde casa, podemos ir poniendo en práctica algunas ideas, que harán
que empiecen el cole en las mejores condiciones.
¿QUÉ VAN A
NECESITAR HACER EN EL COLE?
Podemos
comenzar por el ASEO: Van a necesitar
lavarse las manos ellos solos, para ello, deben saber subir y bajarse las
mangas de la camiseta y el jersey o chaqueta. También enjabonarse, y aclararse
bien, y luego secarse. Las condiciones
de higiene que nos aconsejan para el control del COVID-19, nos permiten
trabajar este hábito en casa con mucha frecuencia.
Debemos animarles a que ellos solos se suban las mangas, al
principio, podemos hacerlo nosotros, y que ellos se las bajen al terminar, para
poco a poco ir dándoles más autonomía y que vayan subiéndolas también. También
es un buen momento para practicar el secado de manos, estando en casa, no pasa
nada si se quedan un poco húmedas. Es importante que ellos tengan una parte lo
más activa posible en todo el proceso.
También
es importante que puedan VESTIRSE SOLOS:
no se trata de que sepan ponerse todas las prendas ellos solos, pero si es
conveniente practicar con alguna de ellas, como las chaquetas y abrigos, los
pantalones y los zapatos.
Si
todavía no lo hacen, empezamos practicando el que se quiten las prendas: bajar
cremallera, desabrochar algún botón, bajar los pantalones… Una vez esto está
dominado, pasamos al siguiente nivel: poner. Al principio, les ayudamos en todo
el proceso, dejando que ellos hagan el último paso. Por ejemplo, que metan el
segundo brazo en el abrigo, o la pierna en el pantalón. Es importante que colaboren
en todo el proceso, y no sean un sujeto pasivo que “es vestido” por mamá o papá.
Podemos pedirles que estiren el brazo, suban la pierna… Si les damos un papel
activo, será una actividad más interesante para ellos, y estarán más animados a
colaborar.
Para
practicar la subida y bajada de cremalleras, los botones, los velcros, los
cordones de los zapatos… podemos practicar con su propia ropa, o la nuestra, o
crear paneles sensoriales con ellos:
Otro hábito que
debemos reforzar y estimular está relacionado con la ALIMENTACIÓN: debemos animarles a que prueben nuevos
alimentos, con distintos sabores y texturas, y favorecer el que coman solos,
utilizando cuchara y tenedor y bebiendo de un vaso sin adaptador. Al principio,
puede requerir una visita a la bañera después de las comidas… pero en seguida coordinan
lo suficiente como para hacerlo solos. Si aún no lo hacéis, puede ser un buen
momento para comer con ellos, dándole un sentido social a las comidas, que
harán que ellos disfruten más, y se animen ante las novedades (de comida, de
autonomía…).
Por otra parte,
debemos favorecer el hábito de estar quietos y
tranquilos un rato, ya que, en el cole, es posible que se enfrenten
a esta exigencia.
Para ello podemos buscar actividades tranquilas, agradables e
interesantes para el niño o niña: por ejemplo, podemos ver un cuento.
Comenzamos viéndolo con él, en un intervalo corto de tiempo y a medida que
adquiera el hábito, podemos ir subiendo los tiempos, y retirando nuestra presencia.
Es importante habituarlo diariamente a realizar esta actividad durante un rato.
También se pueden
realizar puzles sencillos (de dos o tres piezas), encajables, pinchitos,
plastilina, actividades de pintura…con ellos además, trabajará la motricidad.
Es recomendable
evitar el uso de la televisión. A esta edad, no deberían utilizar ningún tipo
de “pantalla” ( TV, tablet, móvil…). Si no puede evitarse su exposición a
ellas, el tiempo máximo recomendado al día es de 20 minutos).
Una de las
grandes preocupaciones, es el LENGUAJE.
Si todavía no domina este aspecto, no os preocupéis, en el día
a día podemos estimularle[1]. A través de canciones,
cuentos, incluso simplemente, hablando con ellos, narrando lo que hacemos y
dándoles la oportunidad de que ellos participen en la narración. Por ejemplo,
en el momento del baño, podemos reforzar vocabulario de las partes del cuerpo: “Ahora
nos lavamos las….” Y dejamos que el diga “piernas” mientras pasamos la esponja.
Si no lo dice, nosotros decimos “pier…”, con la finalidad de que termine la palabra
diciendo “nas”, y si aún así, todavía no dice nada, la terminamos nosotros, y
pasamos a otra cosa. No hay que forzar ni obligar. Simplemente crear las
circunstancias en las que tenga deseo de compartir algo con nosotros.
Y, por último, el
CONTROL DE ESFÍNTERES. Si tu hijo aún
no controla, no te preocupes, hay tiempo. El control de esfínteres forma parte
del proceso evolutivo, unos lo adquieren antes y otros después. En ocasiones es
complicado, pero se logra.
Es fundamental no
presionar, y hacerlo en el momento adecuado. Es igual de perjudicial
adelantarse cuando los niños no están preparados, que retrasar el momento.
¿Qué
debemos tener en cuenta?
Si en los
cambios, nos encontramos que el pañal está seco. Ese es el primer indicador de
que está preparado. En ese momento, podemos ofrecerle que se siente en un
orinal. Sin forzar, si no quiere, no pasa nada, lo intentamos en otra ocasión.
Suele funcionar habituarle a ir al baño de forma rutinaria:
cuando se levanta, antes de comer, antes del baño… se esta forma, identifica el
momento de “hacer pis”, y puede resultarle más sencillo.
Y, muy importante,
una vez realizado este paso, no se debe volver a poner el pañal, ya que sería contraproducente,
y sería mucho más complicado en el futuro volver a intentarlo.
Generalmente, es
unas semanas, el control de esfínteres está adquirido[2].
El desarrollo es
un proceso largo, que como padres, tenemos que ir acompañando y estimulando. Es
cierto que, debido a las circunstancias, cerramos el último curso de la Casa de
Niños de forma inesperada, y con algunos hitos por conseguir, pero se
conseguirán, estad tranquilos, y disfrutad del día a día con vuestros hijos.
Para preparar el paso al cole, hay multitud
de cuentos que podéis leer en familia, que permiten también reforzar el aspecto emocional. Algunas recomendaciones
pueden ser:
& El Pollo Pepe va al colegio (Editorial SM)
& Cosas que me gustan del colegio (Editorial SM)
& Cosas que me gustan del colegio (Editorial SM)
& Nacho va al colegio (Editorial Edelvives)
& El monstruo de colores va al cole (editorial Flamboyant)
& El monstruo de colores va al cole (editorial Flamboyant)
& Rita comienza el colegio (Editorial Combel)
& ¡No quiero ir a la escuela! (editorial Corimbo)
& ¡No quiero ir a la escuela! (editorial Corimbo)
¡ÁNIMO!
Puedes descargar esta entrada en PDF pinchando en este enlace: ¡ Nos vamos al cole!
[1]
Si consideras que tu hijo o hija presenta dificultades mayores, ponte en
contacto con su educadora, podemos ofrecerte algunas pautas más específicas.
[2]
Si tienes dudas, la educadora de tu hijo/a puede proporcionarte pautas más
concretas y desarrolladas.