NIEVE
CASERA
Ideas
para disfrutar del invierno en casa
Hemos pasado unos días de mucho
frío, no podemos olvidar que estamos en invierno. Hemos tenido además viento,
muchas nubes, algo de lluvia, y hasta un poco de nieve.
Pero la nieve no siempre cae al
gusto de todos, y muchas veces no tenemos tiempo de disfrutar con ella todo lo que
nos gustaría.
Hemos aprovechado para recopilar
distintas formas de elaborar nieve en casa, con elementos comunes y que
requieren poca elaboración.
A nuestras hijas e hijos les encantará
ayudaros a prepararlas, y luego, pasar un rato muy entretenido explorando y
manipulando.
La manipulación de masas y
texturas les hace experimentar nuevas sensaciones, y permite conocer diferencias
de temperatura, tacto, peso… En este caso, priorizamos aquellas masas que queden
de color blanco, ya que la idea es simular la nieve para adaptarnos a la
estación del año en la que estamos:
Existen muchas ideas, aquí os
dejamos alguna de ellas:
SAL Y/O AZÚCAR
Simplemente poniendo azúcar o sal, (o ambas mezcladas) en una
gaveta o bandeja, ya podemos tener nuestro paisaje nevado. Añadimos algunas
herramientas como cucharas, vasos, cuencos… y les dejamos manipular, explorar,
trasvasar…
HARINA DE TRIGO Y/O MAICENA
Al igual que con la sal y el azúcar, las texturas de estos
materiales les resultarán agradables de manipular y explorar. No es una gran
imitación de la nieve, pero respetamos el color, y permite llevar a cabo
actividades sencillas de trasvases, introduciendo cucharas, cuencos, coladores,
embudos…
C.N. Montejo de la Sierra
BICARBONATO Y AGUA
Es la “estrella” de las nieves artificiales, mezclamos dos
partes de bicarbonato por una de agua, y tendremos una textura genial, que,
además, ¡está fría! A ellos les encanta.
C.N.
Patones
E.I. Torrelaguna
BICARBONATO Y CREMA CORPORAL
En esta ocasión, la mezcla va “a ojo”: se echa el bicarbonato
y se va añadiendo la crema hasta conseguir la textura deseada (más suelta, más
húmeda…). Aproximadamente se necesitan tres partes de bicarbonato, por media de
crema.
ALMIDÓN DE MAÍZ (MAIZENA) Y ESPUMA DE AFEITAR
En un recipiente echa el bicarbonato, y se va añadiendo la
espuma poco a poco hasta conseguir la textura deseada. Las cantidades dependen
de la textura que busquemos y de la marca concreta de la espuma.
C.N. Torremocha del Jarama
HARINA Y ACEITE
La textura es más parecida a la
arena de playa húmeda, pero se puede moldear fácilmente, y destruir con la
misma sencillez. Se conserva fácilmente y es reutilizable.
Existen diversas opciones, aunque
lo ideal es ir probando hasta dar con la textura que más nos guste. La
proporción es la siguiente: 9 partes de harina por 1 parte de aceite. Cualquier
aceite es válido, sin embargo, recomendamos un aceite vegetal suave (girasol,
maíz…), porque es altamente probable, que, además de manipularlo quieran
probarlo.
UN
PAÑAL Y AGUA (Sí, un pañal)
Esta
opción queda un poco más gelatinosa, pero es igualmente divertida. La mezcla se hace con las “bolitas
absorbentes” que llevan los pañales en su interior y agua. Sólo hay que abrir
el pañal con unas tijeras, por ejemplo, y vaciar el interior en un recipiente
al que añadimos agua hasta conseguir la textura buscada.
C.N. El
cervatillo dormilón (Cervera de Buitrago)
RECOMENDACIONES
GENERALES:
Utilizar bandejas y gavetas para
jugar con estos elementos. Además, es probable que caigan al suelo, por lo que
no está de más, cubrir el suelo, o hacerlo en un lugar que luego se pueda
barrer fácilmente.
Es conveniente enriquecer nuestra
nieve con distintos elementos: cucharas, cuencos, vasos, coladores, embudos… y
también muñecos, animales, piezas, cualquier cosa que nos aporte un toque más
invernal o polar.
Y, recordad, dejarles libertad
para explorar y experimentar. Cada niña y niño jugará de forma diferente, en función
de su momento evolutivo.
En este enlace podéis en contrar esta entrada en pdf para descargar:
https://drive.google.com/file/d/1XmE0RQJ93TTwoPnGoNPhsV3y1CpD20HY/view?usp=share_link